Tiempo de elaboración 2 horas
Dificultad baja
Este es uno de esos básicos de la cocina que siempre debemos tener en la nevera porque puede solucionarnos cualquier comida o cena improvisada que nos surja. Por ejemplo, si ponemos un poco de queso a gratinar al horno sobre unas tostadas y le añadimos nuestra cebolla caramelizada, quedaremos como el mejor anfitrión/a ante cualquier visita sorpresa. Pero no os olvidéis que ha de ir siempre acompañado de un buen vino.
Ingredientes
3 cebollas grandes cortadas a juliana
1/2 vaso de brandy
Aceite de oliva virgen extra
Elaboración
- Ponemos la cebolla cortada en una cazuela amplia o sartén, y la rehogamos con el aceite hasta que esté dorada y muy blandita. Esto puede durar una hora y media. Comenzamos a fuego fuerte los primeros 8-10 minutos, después a fuego suave una hora o hasta que coja color caramelo, y los últimos 5 minutos subimos el fuego. Vamos removiendo de vez en cuando para que no se nos pegue la cebolla. Si se nos quema un poquito la cebolla no pasa nada, podemos echar un poco de agua y bajar el fuego.
- Añadimos el brandy, y dejamos reducir por completo.
Truco: la cebolla ya es dulce por sí sola, por lo que no añadimos azúcar, dejamos que lo vaya soltando poco a poco durante la cocción.
Versión para imprimir
Versión para imprimir