Como
ya sabéis el pasado domingo 17 de febrero participamos por primera vez en el
Restaurant Day, un evento culinario de origen finlandés cuya filosofía es que
cualquiera, sólo por un día, puede montar su propio restaurante, ya sea en su
casa, en un local, en un parque o en la calle, con sus correspondientes
permisos. Son lo que se llama "restaurantes pop-up", que aparecen y
desaparecen en un solo día.
Nos apuntamos a la iniciativa con la ilusión de vivir
y experimentar la experiencia de tener nuestro propio restaurante y poder
ofrecer algunos de nuestros platos estrella a conocidos y extraños, y ver cómo
nos desenvolvíamos en este "mundillo" de la restauración muy nuevo
para nosotros, ya que ninguno del equipo nos dedicamos ni nos hemos dedicado a
ello profesionalmente, solamente por afición.
Hemos trabajado duro toda la semana para que todo
estuviera a punto para el domingo, hemos sido cocineros, camareros,
decoradores, fotógrafos, community managers... podemos decir que hemos
disfrutado cada minuto preparando el evento hasta que por fin el domingo
pudimos compartirlo con todos vosotros.
Muchos amigos, conocidos y no tan conocidos se
acercaron a degustar nuestras tapas. Cada vez que sonaba el timbre sentíamos
como mariposas en el estómago, una mezcla de alegría, nervios y dudas sobre
quién será, si estaremos a la altura de las expectativas, si les gustará, si se
irán contentos... estas dudas son naturales cuando hay comensales con paladares
muy exigentes y el domingo los hubo.
Desde que llegó el primer grupo a las 12:30h hasta la
última parejita que llegó sobre las 21h fue un no parar de servir tapas y
vinos, sobre todo al mediodía, el momento de máxima afluencia, pasaron
alrededor de 60 personas. Tuvimos suerte porque todo el mundo pudo comer
sentado sin esperas y todo sucedió de manera fluida y natural. Podemos estar
agradecidos porque no hubo ningún percance extraño ni situación indeseada. Sí
que nos hubiera gustado hacer más fotos y vídeos durante el momento de mayor
apogeo, y mantener informada a la gente que no pudo venir o a los que nos
seguían por las redes sociales desde la distancia, pero nos fue imposible
porque estábamos todo el equipo a tope.
Estamos encantados porque todas las críticas fueron
muy positivas, incluso nos ofrecieron varios sitios para próximos Restaurant
Days, qué más podemos pedir. Estamos contentos y felices por habernos
arriesgado con esta iniciativa, ahora podemos decir que sabemos "un
poco" de qué va esto de tener nuestro propio restaurante. Además es algo
que "engancha", ya que se trata de hacer feliz a la gente aunque sea
por un momento, en este caso a través del paladar y dando el mejor servicio que
podemos ofrecer. Creo que ya somos adictos al Restaurant Day, ya estamos
pensando en el próximo.
Todo esto no hubiera sido posible sin todos aquellos
que han participado, tanto amigos como extraños (que desde ese día han dejado
de serlo), tanto los que asistieron personalmente como los que desde la
distancia nos han mostrado su apoyo. A todos, GRACIAS por haber contribuido a
hacer realidad nuestro sueño por un día.